"Que yo pensé que era Cádiz quien me enamoraba quien me susurraba palabras de amor... Pensé que era Cádiz motor y engranaje de mi corazón... Pero no eran ni sus calles ni su Mar, ni el Levante ni la magia de su luz, lo que a mí me enamoraba... eras tú... y solamente tú" (Jesús Bienvenido)

8/11/10

"El Callejón de los Santos" se rinde ante el Gran Teatro Falla


(Imagen de Diego Escobedo) 

Escrito por:

Octavio Linares Tenor


Ahora que ya ha pasado la euforia de las primeras horas, me apetece dejar constancia de lo que vivimos el día del Estreno del espectáculo en la casa de los ladrillos coloraos.

Desde muy temprano la gente del Callejón empezó a llegar al Falla muy temprano, ¡¡¡os hablo de las cuatro de la tarde!!! Nosotros, que precisamente no nos caracterizamos por la puntualidad, y que siempre solemos tardar una hora desde la hora que se queda hasta que llega el último, ese día no queríamos perdernos ni un solo detalle de lo que allí aconteciera.

Fuimos llegando al teatro con una sensación extraña, muy extraña… Nos movíamos por los camerinos con las bolsas con los tipos como perdidos, desubicados, acostumbrados a llegar siempre, las noches de concurso que nos toca cantar, a marcha forzada, como siempre a lo justito de tiempo. Y verte ahora por allí sin prisas, con todo en silencio, sin gente ni compañeros de otras agrupaciones... era raro, raro, muy raro...

Tal y como íbamos soltando las cosas salíamos corriendo como niños para el escenario, donde los músicos ya ensayaban, con el deseo y el ansia de ver el teatro como pocos han visto: vacío, en silencio, con media luz de sala... ¡¡¡Qué acogedor, qué imponente y a la vez qué bella estampa!!! ¡¡¡Me parecía increíble poder estar en el Falla como si estuviera en mi propia casa!!! Todos queríamos probar los distintos emplazamientos; unos se iban para el palco de las ninfas, los más comodones se quedaban “reboleaos” en las butacas, otros se metieron en el palco del jurado y bromeaban libreta en mano diciéndole a los músicos: "¡¡¡esto no vale ná!!! ¡¡¡mojonasso!!!".

De buenas a primeras nos entró un subidón a los que estábamos por allí pendientes de que nos tocará ensayar los coros y dijimos como buenos gaditanos: "¡¡¡vámonos pa Gallinero a liarla!!!" y emprendimos una carrera hacia la parte mas alta del Teatro, y por el camino cada uno gritaba una ocurrencia: "¡¡¡corre, corre que no me quiero perder la chirigota que viene ahora!!!", "¡¡¡quillo cuidado que viene el segurata!!!" como si en una noche de concurso estuviéramos. Al llegar a Paraíso nos entusiasmamos con otra vista atípica del teatro: Gallinero, los palcos, butacas... todo vacío, y sobre el escenario Jesús cantando "Nombres" mientras los hermanos Ogalla ensayaban la coreografía. Cuando terminaron el tema, como buenos gaditanos una vez más, la panda de callejeros que subimos hasta Gallinero empezamos a jalear con palmas y golpeando el suelo con los pies al compás del "ole!!! ole!!! ole!!!", mientras el eco por el vacío reinante hacía resonar los oles.

Luego y en este orden fueron llegando los colaboradores: Palomar, Ruibal, Pasión, India y Carrasco. Hubo saludos, abrazos; el ambiente cada vez era más familiar y acogedor. Ya todos andábamos por el patio de butacas viendo que allí se estaba creando un buen rollito que luego podría dar sus frutos. Y así los colaboradores fueron ensayando sus temas mientras nosotros desde abajo, como espectadores de excepción, nos quedábamos con la boca abierta y no dábamos fe a lo que estábamos viendo, a los grandes artistas y mejores personas que habíamos conseguido reunir en torno a nosotros, en torno a aquella nueva locura que a “Er Bienve” se le ocurrió por el mes de febrero.

Las horas pasaban pero nadie quería perderse un minuto de aquello. Yo, en mi línea de siempre, ya me estaba empezando a agobiar y empezaba a ir diciéndole a la gente: “¡¡¡señores las 19:30h y aún no hay nadie maquillao!!! ¡¡¡no nos va a dar tiempo!!!".

¡¡¡Y pa colmo ahora aparecen los de Andalucía Directo!!! “no os vamos a entretener mucho, sólo cinco minutos, entramos en antena a las 19:35h”. Po nada, esperaremos y que sea lo que Dios quiera. Al final los cinco minutos fueron más de un cuarto de hora. Ya eran casi las ocho de la tarde y allí no había nadie con un colorete puesto… ¡¡¡Ay mare mía, cómo se las va a arreglar la maquilladora para maquillar a to esta peña en menos de una hora!!! Se lo dije a Sara "¡¡¡cusha, si lo haces entras en el Libro de los Record Guinness!!!". Y me suelta la colega: "¡No, en una hora no, en menos, porque yo me tengo que vestir también para salir en el primer sketch con vosotros!". Anda que me dejó tranquilo después de oír aquello!!!

Pa más inri algunos amigos que venían de fuera del teatro nos decían: "¡¡¡no os imagináis a dónde llega la cola de gente que hay en la puerta del Falla para entrar!!!".

El reloj marcaba ya las 20:30h cuando se cerraron las cortinas del escenario para esconder la escenografía y no desvelar ningún detalle antes de tiempo, y acto seguido se empezaron a escuchar las carreras de los primeros que entraban y que corrían para ocupar los mejores sitios de Gallinero… todo se oye detrás de esas cortinas!!!

No tardaron mucho tiempo en oírse las primeras palmas de jaleo desde las alturas que nosotros emulásemos solo un rato antes. Los nervios y los nudos en el estómago cada vez iban a más, y ya los acompañaba el hambre: "¡¡¡quillo yo estoy enmallao… !!! ¿¿¿vamos a comer algo???”. Y antes de que nos dieran la mano de “minio” nos pegamos en camerino un atracón de empanadas de dátiles con queso, empanadas de espinacas, empanadas de salmón y roquefort, empanadas de pringá… el catering parecía que lo había preparao un gallego… ¡¡¡¡qué pechá de empanadas Antoñito picha!!!!

Ya solo faltaban unos minutos para las 21:00h y aún había gente terminando de maquillarse, otros con los tipos medio poner, y todos con un sudor frío en el cuerpo y unas tiriteras a más no poder…

Suenan los timbres que anuncian que va a empezar el espectáculo, la gente aplaude desde el teatro. Gaviño cumple su ritual asegurándose que todos besemos a la figurita de “La Pilarica” que siempre nos acompaña al Falla para que nos acompañe y nos de suerte... todo un ritual comparsístico. Y otro más: fundimos nuestras manos una sobre otra todas apiñadas para desearnos lo mejor, pero falta una, la más importante, la mano creadora: la de Jesús… “¿¿¿Dónde está Jesús??? ¡¡¡Jesuuuuús!!!"... Hasta que aparece corriendo por bambalinas, ¡¡¡venga ya estamos todos!!! ¡¡¡señores a disfrutarlo!!! ... iiiiin, iiiiiin, iiiiiinnn!!!!!!

Se apagan las luces, se abren cortinas, la gente aplaude. Suenan los primeros acordes y el teatro estalla en la primera ovación de la noche cuando aparece Ruibal. Tras esta, otro tema, otra ovación, otro más y otra ovación… todo está saliendo como estaba previsto… ¿¿¿qué narices??? ¡¡¡muchísimo mejor!!!. El público está entregadísimo, agradece cada detalle, cada actuación, se pone en pie a cada momento como si tuviera unos resortes en el culo, los colaboradores están dando lo mejor de ellos, lo están disfrutando y eso nos alegra y nos tranquiliza; y nosotros, bueno… ¡¡¡lo que estamos disfrutando nosotros no puede expresarse con palabras!!!

Entre bambalinas se viven continuas emociones, todos tenemos la carne de gallina, vamos corriendo escaleras arriba, escaleras abajo, para cambiarnos de tipo y con el resto de mendas, santos y trasnochadores que nos cruzamos en el camerino siempre tenemos la misma charla acelerada con estas tres frases: "¿¿¿Cómo va la cosa??? ¡¡¡de categoría!!! ¡¡¡qué bastinazo!!!".

Llega el último tema, ya no tenemos que correr más para cambiarnos y estamos todos entre bambalinas disfrutando del momento. Sale Manuel Carrasco, la gente se lo quiere comer, canta pa rabiar... En mi bambalina tengo delante a Jesús que va a salir ahora para acompañarle; le doy un abrazo, un beso y le doy las gracias y le digo que disfrute el momento porque se lo merece, porque ha conseguido hacer de nuevo algo que no está al alcance de todos y que los que lo rodeamos hemos tenido la suerte de vivir junto a él.

Sale a su encuentro y bordan el tema a dúo, los demás lloramos como niños entre bambalinas; lloramos de felicidad por lo que estamos viviendo esa noche y porque sabemos que será algo que nunca podremos olvidar y que pocos han vivido. ¡¡¡Nos estamos “jartando” de Falla!!! Acostumbrados a pasar por esas tablas durante tantos años de una forma tan rápida, sin que te de tiempo a saborear el momento, por la presión y el ritmo frenético del concurso con una voz en la oreja diciéndote: "¡¡¡ señores pa afuera que entra la siguiente!!!" Hoy es todo lo contrario, no hay nadie que meta bulla, no tenemos un tiempo estipulado de media hora, no hay reglas ni normas, y estamos disfrutando cada segundo porque sabemos que no habrá otra oportunidad igual.

Termina el “Bienaventurados” y la gente se cae del Gallinero y de los palcos. Vamos saliendo a escena para arropar a Jesús que ya está solo en el escenario. El Falla rinde una ovación cerrada que inunda nuestros corazones y las luces de sala empiezan a encenderse tímidamente para dejarnos otra imagen inédita e imborrable en nuestra retina: la de todo un Teatro Falla a rebosar puesto en pie demostrándonos su cariño. Las lágrimas vuelven a brotar sin quererlo. Esto no hay forma de agradecerlo, realmente no la hay, pero lo menos que se merece la gente es que vayamos a despedirlos como ellos a nosotros, así que nos damos la última carrera de la noche y nos vamos al Hall del teatro a esperar que la gente salga para darle las gracias con nuestro más sincero aplauso por habernos hecho tan felices esa noche. La multitud se agolpa alrededor… ¿¿¿Qué hacemos??? Y como Perico lleva su guitarra pues improvisamos sobre la marcha, sin caja ni bombo ni punteao, un pasodoble que encierra todo el sentir de los que allí estamos con el corazón a 200 pulsaciones por minuto “… con la vida que tengo no tengo vida, no tengo, pa agradecerte Tacita mía lo que mas dado, lo que me has dado”.

Y así se puso el punto final a un proyecto que esa misma noche dejó de serlo para convertirse en una realidad. En un sueño cumplido que nos ha dejado grandes satisfacciones y nos ha demostrado una vez más lo que Jesús es capaz de hacer.

Que no crean las malas lenguas que con todo esto hemos querido pegarnos un rollazo de Operación Triunfo cómo más de uno ha dicho, ni tampoco se nos ha subido nada a la cabeza y mucho menos cierto es que pensemos vivir de la música. Sabemos de sobra quienes somos, lo que somos y de dónde venimos. Y como prueba de ello es que al día siguiente todos volvíamos a nuestros curros: profesores, electricistas, enfermeros... bueno, al día siguiente realmente no, porque más de uno nos pedimos el día ya que sabíamos que acabaríamos la noche bien entrada la madrugada como así fue.

Pasadas las cinco de la mañana Paloma nos tuvo que echar del Pay Pay porque ya nos pusimos a cantar carnaval antiguo con algún que otro colaborador que al final resultó ser mas jartible que nosotros mismos y la verdad, no eran horas por más callejeros que seamos…

Y ya cada uno de nosotros nos fuimos a la cama con los deberes hechos y con un mayor grado de felicidad y de satisfacción porque habíamos demostrado la grandeza y riqueza que puede llegar a tener el Carnaval de Cádiz, y que le pese a quien le pese es parte de nuestra Cultura y siempre lo defenderemos a muerte. El Callejón de los Santos es una Canción de Carnaval pero acorde con los tiempos que corren. Ojalá el concurso del Falla no estuviera tan encorsetado y permitiese llevar a escena creaciones de este u otro tipo que se le ocurriesen a los autores para engrandecer aún más si cabe la fiesta.

Mientras tanto, estoy deseoso de empezar a ensayar con “Los Currelantes” para ver que nos depara el 2011 que a buen seguro al menos contará con el calor incondicional que año tras año tanta gente nos ha brindado.

Muchísimas gracias a todos los que hicieron que la noche del 02 de noviembre de 2010 fuera una noche mágica e inolvidable para nosotros porque… “¡Los Santos son ustedes!”.



Octavio Linares Tenor

2 comentarios:

  1. Muchas gracias a Octavio por compartir con "La guarida" su crónica. Me ha encantado conocer lo que ocurrió al otro lado del espectáculo. Ya sabes que el blog tiene las puertas abiertas para todo lo que querais compartir. Un saludo!!

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  2. Un texto muy interesante. Refleja perfectamente la otra visión del evento. Enhorabuena ;)

    Un saludo alienígena.

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